miércoles, 30 de abril de 2014





si te cabe


                                en el pecho

      no es

                                                         un corazón.




estamos


                 los que somos

        y

somos


los que
                                 faltan.

domingo, 27 de abril de 2014





de repente todo parece 
necesitar estar sujeto
a unas reglas elementales. 
Amar como se ama, 
llorar como se llora, 
o escribir lo que sientes 
siguiendo un mismo modelo 
en toda tu obra. De repente 
despiertas una mañana 
en la que no sucede nada, 
en la que nada puedes decir
que sea cierto
y en la que hasta la imaginación
sigue unas pautas,
pero la miras a ella,
a la niña de tus ojos,
y ves la libertad de dos
que se aman, y sabes
que llorar es llorar,
que amar es amar
y que escribir es escribir,
sin normas, porque
la libertad es posible.

sábado, 26 de abril de 2014



que yo
ya no recuerdo
qué
cuando dormía
contigo
pero desde 
que duermo solo
paso
buenos ratos
de tela
y pelotillas
de algodón.

viernes, 25 de abril de 2014

lunes, 14 de abril de 2014




lo despacio
que están pasando los días
te han hecho insegura,
y dudas de si seguiré queriéndote
mientras llega el momento
en que nos veamos.
Tú a mí me quieres,
y yo te quiero,
pero es muy complicado esperar
cuando la razón se obstina
en contra de nuestras posibilidades.
Son en vano las súplicas 
el tiempo parece haberse detenido,
pero ¿no lo ves? 
es tanto el deseo y la gana
que nos arropa cada noche
que tenemos la capacidad de vencer
cualquier atisbo de desesperanza,
y sabemos esperar, pacientes
y enamorados.

sábado, 12 de abril de 2014



dos veces en cada gota 

y en cada gota dos cuerpos 
vacíos que siento
bajo una gran tormenta 
que no quiere acabar 
conmigo.

Si con veinte y cinco años 
puedo hablar 
de una terrible locura
satisfechos mantengo
a mis enemigos mentales
procurando no perder
la poca razón que me queda.

Respecto a salir de aquí
ya estoy fuera,
siempre estoy fuera.

lunes, 7 de abril de 2014



si hay un dios 

es sólo para estar pendiente 


de las cosas que dices 


cuando yo estoy ausente 


o no puedo estar 


contigo.

viernes, 4 de abril de 2014




veinte y cinco años ya de un no perdón continuo, 
de buscar hogar donde no me corresponde, 
donde nunca he vivido, 
de acaparar la atención de una fauna y flora 
en constante remordimiento 
por haber pisado sus caminos,
tierra aparentemente fuerte
por un más que convincente autorrespeto,
de un absurdo saber estar 
en un complicado hacer todas las tardes, 
pero sólo una mala pasada recuerdo,
sin un posible olvido,
haber conocido a otras mujeres
mientras la primera mujer a la que amé
descansa en algún rincón de mi pecho,
oblicuando mi corazón
respecto a las líneas generales,
líneas de las que todas se acuerdan,
y en las que todas yacen.

miércoles, 2 de abril de 2014




a una mujer
a la que le asustaban los truenos
yo la miraba
como al sol de cada día,
cerraba los ojitos fingiendo sueño
sólo fingiendo
a través de esa fina línea
entre su ojo y su mejilla me miraba
a ver si yo sonreía
pensando:
Ay esta chica qué miedos.

Y me miraba y me miraba
así cantando
sus ojos eran música
en medio de la tormenta más bárbara.

Una mujer
a la que le asustaban los truenos
en realidad temía
la distancia que nos separa,
y yo le prometía y le prometía
que pronto íbamos a vernos
así prometiendo casi en falso
porque la vida nos mata
y yo no quiero escapar del tiempo.

Por imaginar imaginamos
que estamos juntos
y la tapo con una frágil manta
de esperanza
como al sol de cada día
pero no es suficiente,
hay mucha distancia
y muchos truenos.