lunes, 19 de octubre de 2015





diez y ocho de octubre. Última noche de verano. 
Contra todo sentimiento de culpa, una melodiosa lluvia 
derrama su más despreocupada poesía sobre los tejados. 
 
Me miras de soslayo -¿temes retomar tu camino?-
como la tarde en que nos conocimos y no merecíamos
ni la dignidad poética ni la tierna estampa de su fidelidad.