sin ceder,
ante la solemne mirada
de la única nube oscura
en todo un inmenso y cercano
cielo azul, desbordante de temor
cuando más timidez advierten
sus matices escondidos.
Henchido de paciencia,
en una lucha diaria
por mantener encendido el fuego,
a través de un cristal callado,
supe hacer mío
el inconquistable placer de la espera
en un complicado hacer todas las tardes.
Así te esperaba, como te espero.
ante la solemne mirada
de la única nube oscura
en todo un inmenso y cercano
cielo azul, desbordante de temor
cuando más timidez advierten
sus matices escondidos.
Henchido de paciencia,
en una lucha diaria
por mantener encendido el fuego,
a través de un cristal callado,
supe hacer mío
el inconquistable placer de la espera
en un complicado hacer todas las tardes.
Así te esperaba, como te espero.
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