si la memoria de este cuarto
habituado a mis desastres
no declina la esperanza
de un deseado y aire fresco,
es como si matinalmente permaneciera
todavía cerca de la mujer a la que amo.
Cogiendo su mano, apretándola fuerte,
mas muy lejos de ti porque te quiero,
fielmente desnuda
es como si la memoria en este cuarto
habituado a mis desastres
se preparara a empezar de cero,
porque te quiere lejos del tormento,
y te pide perdón por haberse
acercado demasiado a tu cuerpo.