viernes, 12 de diciembre de 2014
La que yo amo...
luego de regresar dios
con todos nosotros
supo crecer como uno más
secretamente enredado
en el cabello de todas las mujeres,
muriendo de nuevo
no sin antes ofrecer
en inmortal ceremonia
el color de nácar regalado
al vientre de una sola
de ellas, la que yo amo.
Ella, frente al disgusto...
ella, que sabe
que si hace así con la mano
nadie está tan solo,
sabe que si me mira
mira y reconoce
la sagrada imperfección
de todas las cosas.
que si hace así con la mano
nadie está tan solo,
sabe que si me mira
mira y reconoce
la sagrada imperfección
de todas las cosas.
mi propósito es prestarle la atención
que necesita adivinar en su rostro
los gestos elementales ¿Cuál es la
tuya forastero? Ve a formar parte
Sé uno más de los olivares que nos
rodean Tú no puedes querer a la
mujer que yo quiero El dulcísimo fruto
de mi espera no florece Morir es irse
o decir que te has ido y yo no quiero
que te mueras pero vete Te será
lúgubre combatir rumores otoñales
No eres consciente de si te ama
y yo tampoco por eso eternamente
a ambos nos soliviantará la locura.
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