viernes, 31 de mayo de 2013

COMO LA ROSA, COMO LA LUNA.




como la rosa; elegante pasajera y débil, 
que sabe el poco tiempo que le queda
y no desiste en su aroma 

y en pintar cien tardes en primavera.

como la luna; amante silenciosa 
en cada soledad, sabiendo que pronto 
la olvidarás mirando 
los ojos alguna hermosa mujer.

Una silla.




se cansó de esperar algo que, por amor o no, 
probablemente y casi tan segura estaba 
de que no llegaría nunca, que se renombró 
dueña de los cansados, reina de los cielos
en los que no cabe un incómodo 
o una pierna hinchada. Bajó, pidió permiso, 
se lo concedieron, y allí se quedó.

Como todo lo que gusta siempre cansa, 

después de algún tiempo alguien le dijo: 
No eres una silla, sino un sentado.