I
Parecéis tan cómplices de todo
Hubieseis preferido no comprender a quien llamáis culpable
Quien más la requiere nunca quiso desprenderos de vuestra luz
II
No soy yo el responsable de cargar a las espaldas de Eme
la especie de gusanillo verde que
III
como fantasía caprichosa se me ha subido y pesa y huele
como recién estrenado miedo
IV
Nunca
es cierto que su compañía nunca la hubiera imaginado
mas digo que no seré deseo de la persona a la que quiero
que la parte más infranqueable del corazón sólo ella la rompe
V
y entra y permanece
VI
que ojalá tuviera algo de poético todo este recordarla
este pintar su nombre en el aire sin condenar mis manos
a la húmeda oscuridad del pozo de los rencores.