hasta que saques por favor de mi pena
lo que cualquiera saca de la alegría
engañémonos, ¡Por dios!
Se parece a la relajación pagar
al amor con vil moneda.
No a través de mí
sino de vuestras trampas
todo existe y todo
a su vez se contiene
–sólo cuando mis ojos-
de la verdad en un lugar
recóndito. Es fácil
ofrecerte al abandono
cuando estás tú solo en el preciso
instante de tomar decisiones.
lo que cualquiera saca de la alegría
engañémonos, ¡Por dios!
Se parece a la relajación pagar
al amor con vil moneda.
No a través de mí
sino de vuestras trampas
todo existe y todo
a su vez se contiene
–sólo cuando mis ojos-
de la verdad en un lugar
recóndito. Es fácil
ofrecerte al abandono
cuando estás tú solo en el preciso
instante de tomar decisiones.
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