domingo, 4 de mayo de 2014

Estoy dispuesto a gritar...




está mirándonos, impetuoso,
con sus ojos grandes y marrones
fabricados en algún lugar 
a la izquierda del aire,
y estoy dispuesto a gritar.
Como un pecho
inflamado de tanto cariño
con su nombre escrito
con una sangre
lo suficiente espesa
para que no se vierta,
sobre unos papeles que hablan
de ilusiones y victorias,
sobre este mismo amor,
estoy dispuesto a gritar.

Estoy dispuesto a gritar
por todas las posibilidades
y todos los números
del calendario,
y si gritar muy fuerte
por amor no hubiera
sido necesario, que
me lleven con ellos.