llamado a
mostrar al mundo
lo que soy y lo que valgo,
con todos mis músculos fríos
de calor humano
y unos ojos que apenas ya
dejan prever
algo de seguridad
sino en la hora contraria,
una súbita luz de esperanza
a la que ya no se la espera
y que ha venido para quedarse,
que no es de mi incumbencia,
pero si pudiera nombrarla,
si pudiera escribir su nombre
en la piedra más sola…
lo que soy y lo que valgo,
con todos mis músculos fríos
de calor humano
y unos ojos que apenas ya
dejan prever
algo de seguridad
sino en la hora contraria,
una súbita luz de esperanza
a la que ya no se la espera
y que ha venido para quedarse,
que no es de mi incumbencia,
pero si pudiera nombrarla,
si pudiera escribir su nombre
en la piedra más sola…