martes, 26 de julio de 2016




después de varios intentos 
de pensar en ella sin nombrar los árboles 
o el agua, el fruto del almendro 
en su etapa inaugural o la luna que vive 
más triste en su pueblo que en el mío, 
digo ya cierro los ojos 
más para hacer que no sé nada
de las cosas importantes
que para descansar este insignificante 
cuerpo, siempre con la aparente calma 
del fuego que los devora.