jueves, 3 de noviembre de 2016




15

Adonde vas nadie escuchará tu lamento,
no valdrá nada tu quejido
y tu quejumbrosa voz allí no aporta nada nuevo, 
pero eres poema, te escucharán los niños,
los niños que todavía no saben que el silencio
oscuro, donde no se distingue fácilmente
lo asustado de los cuerpos, puede ser
más oscuro todavía.