lunes, 26 de septiembre de 2016
sí, sé que la vida es hermosa,
pero yo quisiera estar durmiendo
un sueño largo, el magnífico
sueño de los espejos y de las
arboledas grandes donde se
duerme para que a uno le sigan
queriendo, donde se cuentan
los sueños por miedo a que se
cumpla o no la profecía. Dormir
un sueño largo, de los que sueñan
los hombres que tienen alas
que no han utilizado todavía, y
que abrir los ojos no implique
el llanto cotidiano.
toso escombros. Una red,
un tejido de sentimiento lúgubre
me mantiene maniatado a la
misma cama, hacia adentro de mí,
enfermo de mí mismo, donde
antaño me deleité con lo que nunca
hubo de incumbirme, en este
otoño prematuro que en la noche
larga palpa mis ojos con descuido
y nunca calla
la felicidad de los otros.
a algunos les dolerá una mujer en todo el cuerpo
pero yo tengo una poeta atravesada en la garganta
una poeta que cuidar
de dónde y porqué vienes sola, le pregunto.
De aquella guerra donde la carne es mirada dos veces,
tu aspecto no me importa y la ducha
siempre está caliente, donde psicológicamente
después de todo el río sólo se tornará
oscuro y violento como cien hombres desenterrados
el día que dejes de quererme.
viernes, 16 de septiembre de 2016
jueves, 15 de septiembre de 2016
qué esperanza guardará el sol
entre la hiedra verde de la alambrada,
alguien dirá que somos los mismos,
pero con las apuradas horas
los últimos días del verano
aparecen las lluvias, como el hombre
que vuelve adonde fue feliz,
como el niño a recoger su pelota,
y una tarde golpea fuerte la uralita,
se deleita con nuestro sentir el dolor,
no deja que nos escuchemos,
pero no calla el desliz, no acurruca
en el rincón lo no dicho arrepentido,
lo bochornoso de un cuerpo
junto a otro cuerpo,
desnudos, que se imaginan, tan
lejanos que en cinco meses apenas
una sola vez se han visto, aquella vez
con ropa, inaugurando la vida,
como este rápido adiós de las nubes
que duran mientras dura el poema.
expandirse Salir
de sí mismo que es como
decir lluvia llanto distancia
por primera vez desde
que nos liberamos de la rabia
y de los animales muertos
para mirar la luz con ojos de niño
que es como desvelar el
último secreto el que guardamos
con ilusión primera
con el que pagaríamos una vida
al lado de la mujer que amamos.
pensar en ti, en esta casa
donde suena música y lo miro todo
con curiosa resistencia de animal,
donde algo pesa -acaso dadas las
circunstancias, y no es la cobardía-
mucho más que su propio volumen,
es pensar que llegará el invierno,
los monstruos de la infancia, el gris
hundimiento, y no tener miedo
a nada más que a la distancia.
1
Ahora se nos muestra
el espejo incapaz de soportar
la imagen de quien ya no es
un adolescente,
el espejo incapaz de soportar
la imagen de quien ya no es
un adolescente,
y decimos y es
un consuelo duradero no sentir
envidia de lo que no se puede
tocar, de lo impalpable.
un consuelo duradero no sentir
envidia de lo que no se puede
tocar, de lo impalpable.
2
Inútil mirar atrás.
Otros derroteros, más falsas
pulsaciones en el mismo
espaciotiempo de los otros,
los de las sombras
pulsaciones en el mismo
espaciotiempo de los otros,
los de las sombras
y un aniversario -triunfo
del amor- marcado por
una muerte.
del amor- marcado por
una muerte.
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