jueves, 8 de enero de 2015




más claro fuera
que el tiempo claro 
del doloroso olvido 
el entusiasmo de la mujer
que amaría para siempre.
Antes de la oportunidad
más claro pareciera
el cielo que la hazaña
de pretender olvidar el fuego
o sucumbir mi destino.
Más claro
que infinitamente su pelo
que su pelo infinito.



tierno corazón que por amor,
y por guardar tus espaldas
de mi pecho marchaste un día,
y al ser paciente cual de invierno sol,
y blando, al verla, como las mañanas, 
alegría semejaste
como fuente de antaño ahora herida.

Tierno corazón doliente
que por sensato esperas un camino virgen,
una pasión primera todavía.



por unos cuantos versos me llamaron poeta.
Mas porque nadie pareció dispuesto
a entender mi dolor y saber mi pena, 
me fui porque no podía dejar de mirarla.