viernes, 10 de abril de 2015
I
Hay quien te ha visto, luego de irte,
palpar mi carne en forma de recuerdo
y callar. Callar te han visto porque, el
cariño que me tienes, que lo tienes,
vil orgullosa te hace de ti y de mí.
II
Acaso no más que el yerro sustento
de que, yo, que prefiero escuchar,
haya callado un sólo día tu nombre
seas, o acaso que te vieron huyendo,
hacia ser sólo palabra que se anhela.
(Girasoles en estación de servicio. Ediciones en huida. 2015)
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