miércoles, 22 de julio de 2015




ya hay una noche concertada, 
a fuerza de no haber aprendido, 
en que contaré a todos 
el desenlace de mi vida, 
en que seré más poema 
doloroso que poeta.
Ya han logrado un lugar para mí,
donde ser la lágrima
y no quien seca el llanto.



caridad se cuestiona la vida.
A diario la invaden dudas
cuya respuesta escapa 
a la razón de todo hombre enamorado:
Porqué la dejaron sola, 
porqué no quiso
el niño bueno acompañarla en su locura;
en el complicado reconstruir
sus derribadas paredes emocionales.
Y la última pregunta, la obligatoria,
una última pregunta imprescindible de mujer.