viernes, 14 de marzo de 2014




quisiera
estar solamente solo
y que el silencio 
fuera dos grandes silencios
en esta habitación ecófila
donde tanto te echo
de menos,
pero despiertan y duermen conmigo
pequeños atisbos
de alegría,
que hacen ruido,
y que a contraviento
son más relevantes
que estar solamente solo.



antes de dar paso
a una irrisoria luz
que anuncia
el fin de cada tarde,
a través de un cristal callado,
aires de esperanza
que se clavan
en un obstinado corazón,
que te espera.

Expropiación...




haciendo míos
aires que no me favorecen
en ajenos caminos
de polvo y tierra
busco en todo cuanto fui
donde cambié de nombre
y donde conocí 
mujeres.




desbocado
por la inocua soledad
de las últimas horas,
y a sabiendas
de que un te quiero
siempre ha sido 
cosa de lo ajeno,
el niño inocente que fue
frecuenta recuerdos
que no le pertenecen
en busca de un futuro
tan improbable
como incierto.



el animal salvaje
que se instaló en tu pecho
y se ha quedado,
asediado por la pena
que es despertar
y reconocerse esclavo
de un cuerpo oscuro
nada espera ya,
y sin embargo
entona letras
directas del cielo.

Ha de repetirse...


        ha de repetirse
mi alma delicada
en tu boca


        y la evidencia
de mi timidez
en divina voz


        cuando me nombras.