miércoles, 17 de febrero de 2016




1.

Algo como una corriente de aire frío 
azotó la parte izquierda de mi cabeza, y 
un silbido que no era el viento penetró sin lástima 
las paredes de la alcoba donde lo recuerdo todo 
con curiosa fluidez de invierno. Qué 
si es a partir de ese día que me nombro niño bueno,
niño bueno sin miedo a la locura porque 
interpreta el miedo de una manera obligatoriamente 
distinta o fantasea con la importancia 
de esconder en sus poemas lo que en otra 
situación a ella hubiera emocionado.