lunes, 15 de diciembre de 2014




la única manera superviviente
de romper una promesa
es volver a la puerta de tu casa
como si hubiera perdido la memoria
o como el gato solo
que no tuviera quien le quiera.

Corté a destiempo esa rosa
para que allí pereciera,
y no dejaría rosal con flor,
paciencia que me sirviera,
ni fuente de alegría para mi alma
por que siempre me quisieras.