miércoles, 18 de noviembre de 2015




le digo que se marche. Márchate paloma 
resquicio de su amable temperamento que el tejado mío es frío, 
que el oscuro cielo del que me han dotado es inseguro y pesa y se derrumba.
Conoce la verde colcha enfermiza y te mira mujer muñeca de trapo.
Le sirve la luminosidad de tus ojos grandes al fin de cada pacífica tarde 
en que pienso en ti, cauta, y en la astuta rigidez de las ramas del cariño.