celosamente Tormento niño
cita un futuro en soledad en todos sus poemas
y el odio que gobierna su cuerpo. Lo acepta.
Inmediatamente a la noche le sangra la boca insomnio
frente al desconcierto de haber sucumbido
la idea de que no ha llegado tarde al mundo
o dejar sola a la gente que le quiere.
Un cigarrillo después del llanto busca el ahogo.
Amanece el día sin un resquicio
de su amable temperamento.