domingo, 27 de julio de 2014
poseen esas vidas
de colores diferentes a la mía
que en la noche, sólo en esta noche
si previamente hubiéramos solicitado
un poco de cariño. Cruzan. Cruzan los hombres
que andan perdidos, los que no confían ya
en hallar su camino, y los abatidos, y los miserables,
los llenos de sinrazón y los que no desisten
porque si una sola vez han conocido el amor
este les oprime la vena por la que corre
la fuerza con la que se abandona.
Cruzan. Desde algún lugar, me amas, y lloro, y suspiro.
Porque podrías estar conmigo
y yo no supe adelantarme al tiempo.
Pero cruzan también
los más enamorados, los hombres prodigio,
los que te devuelven la sonrisa más convincente
y los que bien disimulan si soy en toda la plaza
el único joven con un bolígrafo en la mano,
y a tientas, a solas, quizá les pique el gusanillo
de si es mi vida o la de ellos la que escribo.
Difusa, entre las ramas del cariño
cuando se halla en modo ascendente,
una figura de mujer, casi lejana,
como si fuera la tuya,
y un ligero aroma a tu cuerpo.
viernes, 25 de julio de 2014
acaso pudiera entregar más
más aún entregaría, y más y más
y creo que nunca me quedaría vacío.
Porque no se queda vacío
un cuerpo que lo da todo por amor.
Por ti, mujer, una mujer que brilla
cuando está sola. Aunque este
es un apunte contradictorio, creo
que quien muere de amor
vuelve a nacer, pero no una,
sino todas las vidas que él quiera.
Cuando vuelva a verte, y me mires, y la tarde
haya perdido todo su temperamento
y no pueda defenderse,
te diré que te quiero, así me lleno.
miércoles, 23 de julio de 2014
lunes, 21 de julio de 2014
un mal pensamiento
ha traspasado
los intransitables caminos
de mi memoria.
Lo que precede al presagio,
si un te quiero puede decirse
en vano.
Si habrá un final
Si será para siempre
Si un hombre cualquiera
y sus ojos que no lloran
y su boca que no tiene miedo.
Entiéndase que esta noche
tú estás con tus amigas
y yo estoy solo.
sábado, 19 de julio de 2014
viernes, 18 de julio de 2014
no adivinarías qué estoy mirando
a no ser que yo te lo diga
Si quiera si te digo
que estoy mirando un cabello tuyo me creerías
Ni tumbado en la cama me creerías
Un solitario cabello desprendido de la tarde
Sólo un cabello cortés como un beso al oído
De precisión ventana y viento
Del color de tu nombre
bajo una abúlica bombilla del pensamiento
No creerías qué estoy mirando
Adivina qué estoy mirando
Olvida la retórica
Hace rato que te has ido
Miré a la izquierda
Descoloqué el muñeco
No lo coloqué por miedo a perderte
Así mi poema perdió el norte
No has adivinado qué estoy mirando
Que estoy escribiendo sin mirar
Que en el cielo cela a las estrellas
Que en mi cama es un lucero
Que lo he tocado
se ha posado
y ahora yace sobre mi vientre
Que yo diría que ya tiene dueño
Que vengo del infinito
Que nadie está tan solo
Que el mañana ya no existe
Y que te quiero.
jueves, 17 de julio de 2014
sin ceder,
ante la solemne mirada
de la única nube oscura
en todo un inmenso y cercano
cielo azul, desbordante de temor
cuando más timidez advierten
sus matices escondidos.
Henchido de paciencia,
en una lucha diaria
por mantener encendido el fuego,
a través de un cristal callado,
supe hacer mío
el inconquistable placer de la espera
en un complicado hacer todas las tardes.
Así te esperaba, como te espero.
ante la solemne mirada
de la única nube oscura
en todo un inmenso y cercano
cielo azul, desbordante de temor
cuando más timidez advierten
sus matices escondidos.
Henchido de paciencia,
en una lucha diaria
por mantener encendido el fuego,
a través de un cristal callado,
supe hacer mío
el inconquistable placer de la espera
en un complicado hacer todas las tardes.
Así te esperaba, como te espero.
.
martes, 15 de julio de 2014
me he desprendido
del intempestivo y frío atuendo
de escribir mis tormentos.
Estoy creyendo en el amor,
y estoy creyendo en ti, mujer,
por lo que me has traído.
Quiero tener preparadas
las ropas siempre más nobles
y más limpias, y que entiendas
que si dejo un poema inconcluso,
es porque todo lo que tengo
que decirte no escribe ni se habla.
Tal vez se escribe amor, y se ama.
Y quiero que cuando mires al cielo
de noche, si no estamos juntos,
y sientes un escalofrío, sepas
que yo, más cerca o más lejos,
estoy sintiendo lo mismo.
lunes, 14 de julio de 2014
creo
haber resuelto
el indescifrable misterio
de adónde van cada tarde
las múltiples formas
que puede adoptar mi rostro
cuando piensa en ti.
Justo antes de abandonar
para atender otras tareas
menos caprichosas,
siquiera inconscientemente
he pensado en revelarlo.
La belleza de la magia
parte de la manera
de querer a una mujer
como yo te quiero.
domingo, 13 de julio de 2014
pero si tú estuvieras en mis ojos
sabrías del miedo a perder,
de los temores incontenibles
sufridos y por sufrir por el que se proclama
dueño supremo del amor.
Del que subestima al tiempo cuando se aburre
a expensas de un mensaje sobrevalorado,
entre pecho y espalda como dice este poema.
Si tú hubieras estado adentro de mis ojos
ya has visto que se han acostumbrado
y vaticinan un enorme campo
de felicidad y salvación
en todos los enamorados que, anoche,
haciendo testigo de la culpa
a la luna más blanca, se miraban y se besaban
en cada escenario de nuestro pueblo.
Te hubieras encontrado a través de mis ojos
en una incesante búsqueda
porque una parte de ti estuviera,
y ese ratito dentro de mi sentido de la vista
no sería tiempo, sino un hombre
ensimismado en lo ajeno
porque le basta lo ajeno
para sobrevivir en tu ausencia.
A lo largo de una interminable escala de valores
creen mis ojos que todos los ojos
son como los nuestros, y aunque no te vea,
cariño mío, porque te quiero, mira
cómo disimulo la impaciencia y la prisa
por ver juntos el resto.
viernes, 11 de julio de 2014
cuando tus ojos, color de miel
me miran, no hay olor ni tacto ni sabor a miel.
Hay únicamente dos ojos que miran
a mis dos ojos cansados
de no perdonarse tantas sandeces
en tan poca edad. Dos ojos
a los que tú les has traído
el deseo y la gana de no cerrarse
si no es para habitar tus sueños.
Para ser testigo directo
de los involuntarios y tangibles pecados
junto a los que cualquier animal salvaje
podría sentarse y dedicar su tiempo
a recuperar de la memoria del sueño
desde bien temprano.
De no ceder sino para darte la espalda
cuando tú ya no quieras mirarme.
Creo que tus ojos pueden hablar
con la boca y no quieren.
En cualquier caso, unos ojos color
de miel, -y de esto presumo gozosamente-
tienen suficiente dominio
sobre todas mis partes
para hacerme agachar el alma
y cederte todo lo que en ese
instante nos rodea.
jueves, 10 de julio de 2014
tu forma de desnudar mi cuerpo
es la forma que adopta
una lámpara
en posición de defensa.
Parece que previamente
hubieras ensayado
hasta el sofoco,
como quien anda buscado
un sitio para mí
lejos de la culpa. Dices te quiero
cuando estamos desnudos
y la tarde abandona
el poco tiempo que le queda
para transmutar
en conciencia limpia.
el doloroso placer de estar solo
frente a la remota posibilidad
de volver a ver
a las personas que alguna vez
dijeron que venían
para quedarse.
Tan profundamente arduo
a la altura de los mortales
como reconocer tuya
la condena de no poder
escapar de las feroces
garras del insondable,
del inexplicable llanto
un sólo día.
miércoles, 9 de julio de 2014
abre la puerta, la única puerta
que dejas cerrada
hasta que, sin compromiso,
vuelves dando la espalda
a tus quehaceres de cada tarde,
en forma de flor, de nube caliente.
Coloca aquí tu mano, que este
es mi pecho. Mujer no madre
de la culpa de estar triste,
de estar triste y no advertirlo,
y deja que cure tus heridas.
sin un promedio
que llevarse a la boca
porque no es cálculo
ni ortografía
ni alimento. Esta es la manera
de decir que te quiero.
Así se dice:
Sin iracundos sobresaltos
de palabra ornamento
ni alimento. Esta es la manera
de decir que te quiero.
Así se dice:
Sin iracundos sobresaltos
de palabra ornamento
composturas
que porfían en vano. Mi cama
lo sabe
que mana caricias
y las arruga
porque así vuelves.
Porque puedes tirar del hilo
Porque puedes tirar del hilo
que hay un extremo,
mi pelo negro
que no se rompe.
Esta es la manera de decir
que te quiero. Sólo
si me he anticipado a tu sangre
si me he anticipado a tu sangre
y te he visto
desde adentro.
desde adentro.
martes, 8 de julio de 2014
en el momento exacto
donde el sol más hiere,
noctámbulo, por ti, podría
reponerme. Colocar esta espalda
reponerme. Colocar esta espalda
dolorida de poca experiencia
en el lugar más cómodo
en esta cama de sábanas azules
que huelen a tu nombre y a tu edad,
y escribir un poema nocturno.
y escribir un poema nocturno.
Bajo las nubes más claras,
que no muestran su temperamento
sino para despotricar
contra un Jesús del desvelo,
a propósito, voluntario.
Donde el placentero sueño
y los caprichos de la espera
se conjuran, donde
acaso un día
no entregaré mis ojos
sino que seré los ojos
de todos los hombres
enamorados de un misterio.
Por ti, noctámbulo hasta los tuétanos.
Para que cuando vengas,
si estoy soñando, se entienda
que mientras escribía
te esperaba, y que
aunque ahora estén mis ojos cerrados
aquí sigo, para que
dejes tu nombre escrito
en la piedra más sola.
Cuando despierte, así, sabiendo
Cuando despierte, así, sabiendo
que ahora tú me esperas,
y te vea delante mía otro día nuevo,
pensaré en ti como mujer
por lo que me has traído.
domingo, 6 de julio de 2014
absorto
en el recuerdo más atroz,
imperdonable, paso largo rato
observándote, creyendo en ti
como en una hermana
a la que has visto llorar
cuando eras el niño más tonto,
y entiéndase que esto es real
y que no puedo perdonármelo.
Luego me siento
en cualquier otra noche
y tú tienes los únicos ojos blancos.
Capaz de devolver el orden
cuando más bravos se muestran
mis enemigos mentales, te
miro, y me siento parte
de todos los que salen ilesos.
conforme pienso en tu horario de salida
de ese trabajo que tanto te gusta
pienso que habito el cuerpo
de todas las posibilidades,
de todas las posibilidades,
en cuántas posiciones tímidas
podrá adoptar esta noche la luna.
Corre una suave brisa de sábado
y lucho por mantener encendido
este fuego que, doblegará la luz,
se llevará las lágrimas, pero
jamás nuestros cuerpos, nunca la pasión nueva.
Es tan curioso cómo cuando tú no estás para verlo
se llevará las lágrimas, pero
jamás nuestros cuerpos, nunca la pasión nueva.
Es tan curioso cómo cuando tú no estás para verlo
es cuando mejor puedo verte,
aquí no me pones nervioso, creo en la calma
porque la estoy tocando
y puedo mirarte a los ojos sin cerrar mis ojos.
aquí no me pones nervioso, creo en la calma
porque la estoy tocando
y puedo mirarte a los ojos sin cerrar mis ojos.
Mientras me acomodo en el taburete más duro
pienso en una bandeja de plata tiritona
pienso en una bandeja de plata tiritona
y en unas copas vacías
del vino que probablemente alguien bebió
mientras te miraba recoger las últimas mesas
antes de marcharte a casa. He pensado
en qué buen amigo soy de la paranoia,
y estoy pensando adónde irá esta servilleta
y un poema en el que no pienso reparar
porque las cosas primeras son
las que se quedan, como nuestro fuego,
que no por fiero ha perdido su inocencia
y que si un día fuera ceniza seguiría fuego,
acaso polvo de estrella, quizás un niño.
Pienso que sé de dónde parte el miedo,
y a las alturas pongo de testigo
de que viene de un fin de semana entero
sin tocarte. He estado hablando
con la camarera de la barra de abajo,
apenas un minuto: -Pobre, estaba
muy cansada. Mientras la veo alejarse
ha sonado mi teléfono. Eres tú, ya estás
en casa, y te duelen los pies
acaso polvo de estrella, quizás un niño.
Pienso que sé de dónde parte el miedo,
y a las alturas pongo de testigo
de que viene de un fin de semana entero
sin tocarte. He estado hablando
con la camarera de la barra de abajo,
apenas un minuto: -Pobre, estaba
muy cansada. Mientras la veo alejarse
ha sonado mi teléfono. Eres tú, ya estás
en casa, y te duelen los pies
como si fueran los míos.
miércoles, 2 de julio de 2014
de noche, cuando alzo la vista
y hasta donde alcanza
tú no estás conmigo:
el infinito, los
incontables puntos
que parten quizás
de otro punto
semejante en luz
y poder de añoranza,
-tan propio, cualitativo
como el punto negro de tus ojos
cuando más clara tienes la idea-
que parten tal vez
de un estado de conciencia
donde corazones y delirios,
donde secretos sin revelar
por este miedo a perderte,
casi siempre en forma de recuerdo,
van cobrando vida
al paso de la gran nube negra.
martes, 1 de julio de 2014
tú, que una
tarde cualquiera
apareciste en la puerta de mi casa
cuando yo más solo estaba,
que, sigilosa, has traspasado
los límites incontenibles
de un corazón oblicuo
desde siempre.
Tú, que sabes
mirarme sin que te vea
y antes de hablar en vano
te marchas, que sabes
porque has visto desde cerca
que el amor, lo que pudiera darnos,
al conocerlo, ya nos lo tenía guardado.
Dama astuta que anticipa la paciencia
y le da forma a la espera,
inmaculada cuando habla
y pecaminosa cuando se calla.
Tú, hermosa, que amas
por encima de la inocencia,
al otro lado de la culpa, altiva…
Quiero ser la mitad
de la cicatriz de tu vientre.
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