resulta, que esos complicados caminos
que solía cruzar para
buscarte,
no eran tan largos ni tan distintos
de mí mismo en cualquier
parte,
donde siempre ha sido tal mi corazón,
que cuando no estabas y
necesitaba tocarte,
con cerrar los ojos, y esperar sereno,
hubiera bastado para
encontrarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario