como cuando llora un niño
y nadie sabe qué tiene
o como
cuando ves llorar
a tu madre
y crees que tú
no eres el motivo
así
aquella noche
me entregó sus honores
el infinito
nuestras almas
sólo una luna
inmaculada y justa
antes que nuestros cuerpos
y apenas te conocía
no necesitaba
conocerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario