miércoles, 8 de octubre de 2014

NO VOLVER A RONDAR TU CASA




I

Interviene cualquier pensamiento 
que es más fuerte
que el yerro descuido
de estar en mis quehaceres
e instintivamente
pensar
en ti, y repentinamente
me aleja, inmediatamente
se disipa la idea
de qué quería decirte
ahora que estábamos a solas.


II

Una vieja promesa
que como fuente alborotada
en el incierto jardín
de la espera se demora.

III

Casualmente, ciertas noches
persuadido
por el ocasional sentimiento
de no culpa, enfrente,
balcón florido y cristal
callado, amante silenciosa
en cada soledad,
puedo verla.


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