jueves, 8 de enero de 2015




tierno corazón que por amor,
y por guardar tus espaldas
de mi pecho marchaste un día,
y al ser paciente cual de invierno sol,
y blando, al verla, como las mañanas, 
alegría semejaste
como fuente de antaño ahora herida.

Tierno corazón doliente
que por sensato esperas un camino virgen,
una pasión primera todavía.

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