es frecuente pensar en ti como paloma, como en esos poemas que confiamos a la exasperada luz del mediodía o esos otros que dejamos fuera de lugar por miedo al dolor que causa no ser sus únicos dueños.
y la exasperada luz del mediodía también limpia sus cuchillas en la desterritorialización del corazón y sus motines... así como éter y vagabundos suspirando la noche más larga
me gusta leerte con el primer café y la escarcha ahí afuera, como un derretir que el licor invoca
y la exasperada luz del mediodía también limpia sus cuchillas en la desterritorialización del corazón y sus motines... así como éter y vagabundos suspirando la noche más larga
ResponderEliminarme gusta leerte con el primer café y la escarcha ahí afuera, como un derretir que el licor invoca
Me gusta que estés aquí. He pensado en tu comentario de ayer.
EliminarIntenté localizarte en las redes, y sólo pude leerte en tu blog.
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