sí, sé que la vida es hermosa,
pero yo quisiera estar durmiendo
un sueño largo, el magnífico
sueño de los espejos y de las
arboledas grandes donde se
duerme para que a uno le sigan
queriendo, donde se cuentan
los sueños por miedo a que se
cumpla o no la profecía. Dormir
un sueño largo, de los que sueñan
los hombres que tienen alas
que no han utilizado todavía, y
que abrir los ojos no implique
el llanto cotidiano.
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