cuanto menor era la distancia
más dolían los engranajes de la máquina.
El niño jugaba con el dinero de papá
mientras llamaba papá al mejor amigo
de la familia. Adentro el estornino negro
agazapado al calor del brasero
apocadamente a los pies de la abuela
reza para que termine el baile. Y afuera
mucha vergüenza y mucha nieve.
Algunos árboles, el caldo frío.
Ninguna mujer. Ningún paseo.
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