martes, 1 de agosto de 2017




las salamanquesas son 
distintas, cuando pierden pierden. 
Algo había sucedido en aquella 
casa de campo y durante mucho 
tiempo las salamanquesas prefirieron
esa estrechez entre la parte de atrás
de la persiana y el cristal
de la ventana. Después del cortejo
al macho una salamanquesa advierte
el inminente final de la vida: —¿y si
todos los finales mienten?
La esperanza de la salamanquesa
se basa en aferrarse a que cuando
se apaguen todas las luces, la pared
rugosa avance y crezca, Gemma
regrese a su pueblo siempre por
última vez, ningún demonio, ningún
ángel, y que no quede en los cuadernos
de los poetas un resquicio abierto
a la salvación.





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