miércoles, 6 de agosto de 2014

Adoro verte tendida...





adoro verte tendida.
Esa forma en que te tiendes 
y un selecto coro de voces ceremoniales 
surgen de las paredes de mi alcoba 
abriendo ventanas 
hacia una luz etérea.
Cómo no adorar 
las treinta y tres formas cariñosas
que logran adoptar
este cuarto y mi casa
y el tejado
y esa paloma que ya sólo se posa
cuando intuye que vienes
a tenderte en mi cama
algunas tardes imprevistas.
Adoro todo tipo de objetos horizontales
que no por posición
y no por sumisos
puedo compararlos con tu cuerpo
cuando toda una extensión
de piel clara y cansada
rendida a mi disposición
yace sobre mi cama.
Parece que un sistema solar entero
hubiera sido liberado
de alguna batalla incontenible
y entrando por la parte más infranqueable de la casa
haya dejado una estela enorme y blanquísima
junto a mi convicción
de volver a verte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario