jueves, 11 de junio de 2015




señora, trueno, novia en la noche oscura
con los únicos ojos blancos: Ya nadie lee mi pensamiento
y hasta yo me pregunto qué estoy pensando.
Respecto a la parte trasera de mi mente 
o lo más hondo del corazón, ahí, a dos calles de mi calle,
y no a través de mí sino de vuestras trampas.
Escribo Te quiero como quien fuma, muy despacio,
y no tiene mucho que ver pero si ya nadie me hace daño
es porque tengo viejas heridas por curar.

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